Primer Encuentro Internacional de Cajas Mágicas (ENICMA)
Del 22 al 25 de enero del 2015 
Cuenca - Azuay - Ecuador

BREVE HISTORIA DE LA CAJA MÁGICA
Desde el siglo XVII se usaban en Japón para recrear hermosos jardines o mostrar dentro de ellas, interesantes pinturas en perspectiva. En Europa se empezaron a usar en el siglo XVIII; en Holanda se llamaban "Optiques", en Alemania" Guskkasten", en Italia "Mondo Nuovo" en Francia "Boité de Optique", "Rare show" en Suiza y en Inglaterra y Estados unidos "Peep Show", en México se conocieron como "Vistas", en Argentina como "Fisgonas", en Colombia aparecen en el año 2006 en las jornadas en el Teatro Hilos Mágicos, con el nombre de caja misteriosa. Fueron precursoras del cinematógrafo ya que, antes de proyectarse sobre la pantalla, las secuencias de imágenes se presentaban en cajas cerradas. Thomas Alva Edison en 1894 invento su kinestescopio donde se presentaba la película a una persona por vez en este tipo de "Peep Show".

Fuente: Publicación de la Asociación Cultural Hilos Mágicos.
Memorias de las jornadas 2006.

LAMBE - LAMBE
El Teatro de Animación LAMBE-LAMBE se inició en Brasil en el año 1989 con Denise Santos e Ismine Lima en la provincia de Bahía. Se caracterizan por ser espectáculos de Teatro de Animación de pequeños muñecos y objetos que, acompañados por un relato y/o música en audio, dentro de una pequeña caja escénica, representan en pocos minutos, secretas situaciones teatrales que son apreciadas por sólo uno o dos y hasta tres espectadores cada vez. Ellos se colocan audífonos y observan la obra a través de una ventanilla. El actor/manipulador se ubica en el lado opuesto de la caja y pone en escena la obra, manipulando la iluminación, el sonido, utilería, los muñecos y/o objetos.

Fuente: compañía OANI Teatro de Valparaíso - Chile.

CAJA MÁGICA
En Ecuador aparece en Cuenca, en julio del 2014, con el nombre de Caja Mágica, como parte del proyecto de artes escénicas en espacios no convencionales, propuesta organizada por La Casa Teatro de los Títeres de APU TEATRO.

La CAJA MÁGICA como herramienta de transformación social

Empecé la construcción de este pequeño teatro portátil y en miniatura dentro de la caja, de la misma forma que mi antigua casa del títere, con elementos rehusados y reciclados, cosas que otros consideran basura y desechan fuera de sus casas, para mi es mi tesoro más preciado que es capaz de convertirse en una obra de arte, en un proyecto de vida y que poco a poco puede provocar una transformación social, en pocas palabras, empecé a construir mi nuevo hogar, un espacio más pequeño que el anterior, un hogar de cincuenta centímetros de alto, de ancho y de profundidad.
El estreno de esta diminuta casa del títere y de esta nueva obra dentro de la caja, fue en julio del 2014, con un montaje de tres minutos y medio diseñado para las calles, llamado PACHAMAMA, el cual habla sobre cuidar la naturaleza, cuidar nuestros cuerpos y compartir entre nosotros nuestra comida, nuestra casa y nuestros sueños, con amor y respeto.

Empecé una nueva vida, lo primero que debía lograr era resolver mi situación económica pero con mi trabajo artístico, sin perder mi libertad ni caer en oficios mediáticos que me hicieran perder tiempo y desviaran mi camino de vida. No sabía que iba a pasar con esta “caja mágica” y su contenido, pero con la práctica diaria, las horas de espera y paciencia combinadas con mi enorme terquedad, empezó a funcionar de a pocos, tanto así que hasta el día de hoy, es un proyecto diario que ha crecido en muchos niveles.

La caja mágica me ha regalado varias perspectivas en mi trabajo artístico y mi vida, por ejemplo, el hecho de ponerme en las calles en cada esquina o parque, buscando el lugar donde “pertenezco”, donde me pueda identificar antes que me identifiquen los demás, no fue tan fácil, para encontrar el lugar ideal debía apropiarme de él, y para apropiarme de él, debía sentirme bien, con confianza y sin vergüenza de mi nuevo habitad, una tarea de romper el tonto orgullo que se volvió mi enemigo, las calles pueden ser muy duras, pero también un gran maestro.

Los primeros días en las calles hicieron darme cuenta de lo heterogéneos que somos cuando se trata de confrontarnos con los demás, he recibido infinitas miradas de alegría, extrañeza, miedo, ira, fastidio, indiferencia, vergüenza, nostalgia, emoción conmovedora, entre otras, que me hacen recuperar mi relación directa con un público ajeno al teatro, ya que la mayoría de personas que pasan y me miran parado ahí como si fuera un loco con mi pequeña caja decorada con flores, además de las personas que se sientan a ver la obra, son personas que no van al teatro y tampoco pasan por la calle para verme y no han venido desde sus casas hasta esta avenida por mí, niños de tres años, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos, es decir, todas las edades, nacionalidades, razas, credos y filosofías, todas las culturas. Quiebro la cotidianidad de vida de estas personas, para atraerlas a mi pequeño mundo, a mi pequeño teatro, y darles la esperanza de que es posible ser feliz, de que es posible vivir mejor cada día, vivir haciendo lo que nos gusta, de que existe lo extraordinario que nos lleva a otro nivel de conciencia, por lo menos todo esto es lo que yo siento con cada espectador. Por otro lado con los que me ignoran y ni siquiera me miran o dicen no gracias, siento la otra cara de la moneda, siento que estoy haciendo el ridículo, que no vale la pena hacer lo que me gusta, porque no sirve para nada y para nadie. Me he convertido literalmente en el espejo de esta sociedad en la que vivo, me siento como ellos se sienten, esto prueba la gran influencia que es vivir en contextos negativos o positivos. Lo que aprendo de esta experiencia, es que debo esquivar lo que no es nutritivo para mi vida y mi arte, debo ser fuerte y constante con mis propósitos, no debo desmoralizarme ante esas miradas y energías obtusas, es vital buscar energías que recarguen todos los días sentimientos positivos, cada uno tiene su “tótem” y también su talón de Aquiles, conocer estos aspectos en nosotros mismos nos hará “poderosos”, nos hará inmunes a la mediocridad y el conformismo que muchas sociedades nos contagian como si fuera un gran virus espiritual.

Otros de los factores importantes de la experiencia con la caja mágica, es que se ha convertido en una herramienta de difusión para las personas que nunca han visto teatro en su vida y las que no van al teatro jamás. Cada día, cada hora, a cada minuto y persona por persona, debo convencer primero que se siente y ponga el ojo en un agujero para que vea la obra, luego los audífonos para la música y finalmente que pague un monto establecido por el trabajo artístico. La obra debe ser artísticamente poderosa y técnicamente bien ejecutada para convencer las miradas curiosas, tímidas e incrédulas de todos los que se sientan en mi teatrino. Es fundamental tener éxito en la primera presentación, porque no habrá otra oportunidad, al espectador o le gusta o no le gusta, así de simple, y si le gusta contribuye y apertura su mente y sensibilidad a volver a buscar experiencias artísticas similares que lo satisfagan, valorando el acto con su asistencia y su mirada, además de su aporte económico que también forma parte de la transformación y educación de un público. Por eso siento una gran responsabilidad humana, artística y profesional con cada presentación, no me puedo permitir el fracaso. Además de la obra y su dramaturgia, dirección, animación, estética y contenidos internos, es importante considerar el aspecto artesanal y externo, es decir que la imagen del teatrino y la mía son fundamentales, es importante como está producida la caja mágica por todos los lados donde la mires, como estoy producido yo y la forma en que me comunico con las personas para convencerlas. Este “combo” por así llamarlo, son las bases fundamentales del éxito con el espectador.

Después de esto, un pequeño tríptico informativo entregado a cada espectador que he ganado su total confianza e interés en los títeres y el teatro, es muy útil para completar y apoyar la información de otros eventos y lugares donde puede asistir con sus familias y amigos a ver espectáculos. Definitivamente esta persona comentará a los demás sobre su experiencia y los invitará a experimentar lo mismo, de esto no me cabe la menor duda por las experiencias que he tenido con la caja mágica.  En este punto es fundamental que exista físicamente la casa del títere, donde podrían ver más obras y propuestas, además de formarse como titiriteros para crear nuevas generaciones que continúen con la posta. Entonces queda pendiente mi tarea de encontrar el lugar adecuado, principalmente finalizar con esa búsqueda y finalmente empezar con la gestión y la producción de mi nuevo habitad.



Cordialmente
Enrique “Mágico” Herrera 
Director de I Encuentro Internacional de Cajas Mágicas
http://encuentrodecajasmagicas.blogspot.com/
casadeltitere@yahoo.es  Cel Ecuador: 0979732603